Es raro como al ver hacia atrás a veces la vida parece tan larga…pero mirando hacia adelante es tan corto lo que vivimos…son noches como esta, noches en que el pensar es lo único que se puede hacer, cuando el frio me abriga y el calor me rechaza, cuando lo único que tengo como techo es el puente que a los demás le sirve como suelo. Son noches como estas en que al pensar en todo me doy cuenta que no tengo nada, y lo que mas me atormenta de esto es la risa que me produce esto.
Mi infancia fue de lo mas normal, no llena de lujos, pero tampoco de privaciones…recuerdo que me gustaba arrasar con todo lo que había en la biblioteca, en la primaria me había leído mas libros que todos los que se habían leído mis hermanos juntos, de ahí llego la adolescencia, la música, la fascinación por la televisión, el internet y deje de leer, lo hacia esporádicamente, algún trabajo en la universidad, un libro de moda en el crisol, el nuevo número de Etiqueta Negra…¿será que me gustaba por los artículos redactados o por los cool sponsors que anunciaban en el? Nunca lo sabré.
Me pregunto si el dejar de leer habría sido lo que me trajo hasta aquí; como esa teoría del caos, de que un pequeño evento puede cambiar todo, quizás si me hubiera terminado de leer el libro del padre Larrañaga no hubiera aprendido que un libro se puede dejar a la mitad, pero ¡que libro para mas aburrido era!. Quizás al final de aquel libro, de todo ese aburrimiento, hubiera aprendido lo necesario para evitar estar aquí, y si no era ahí tal vez en otro de los muchos que deje a medias o apenas comenzados. Aunque dudo que en los avisos y las noticias del diario que encuentro en las calles y leo hoy en día pueda hallar algo útil para mi ser, es increíble como un indigente no puede saber ninguno de sus derechos, pero si me preguntas quien se acostó con quien, o que vedette es la mas celulítica, créeme soy tu mejor fuente…y ¿del futbol? ni “angelito” podría ganarnos en datos de partidos…
De joven, para ser realista uno del montón, con una autoestima tan decaída que no había otra salida que ocultarla a los demás con una falsa personalidad. Siempre preocupado por tener lo ultimo, ya que saber de actualidad es ser instruido, pero tener la actualidad es ser conocido, y yo procuraba comprarme todo lo que saliera. Pero como mis padres no me regalaban el dinero tenia que ahorrar y apelar al famoso “vamos a medias” con mi papá…claro esta ese “vamos a medias” no era mucho (ya que mi mitad siempre era muy pequeña) pero para eso estaba el famoso, y a la vez escondido, Polvos Azules.
En una de mis ultimas salidas a dicho lugar, ultimas en el sentido de comprar ya que ahora voy interdiario a ver si la señora de los jugos me regala siquiera media fruta o por ahí una empanada pasada que ni a sol querrán comprar, recuerdo haber comprado algo y ¿puedes creer que no se me viene a la cabeza lo que fue?...en fin estaba afuera un poco apurado ya que era tarde y tenia que encontrarme con la gente de siempre a hacer lo de siempre: nada importante, para variar no pasaba el bus y tenia que gastar en taxi(lo que sea que haya comprado me salió caro, porque estaba enojado por tener que seguir gastando) mientras avanzo asustado, ya que centro siempre era sinónimo de robo para mi, viendo con desconfianza a cada mestizo con mala pinta, irónico ya que ahora hasta los verdaderos ladrones cruzan la vereda cuando me ven acercarme, en eso de la nada alguien me agarra de la mano fuertemente, al girar , a punto de meter un grito, veo quien era: una vieja que me sonríe con sus 3 dientes picados , vestida con falda y blusa de colores, un pañuelo sucio en su cabeza, era una gitana que me dice ”una moneda para leerte la mano” me zafe de su mano mientras le gritaba ”que te has creido, vieja de mierda!” con la cara ardiendo de la rabia y la vergüenza ya que el grito me salió mas fuerte de lo que deseaba; pero ella en vez de asustarse o de enojarse, me siguió sonriendo y me volvió a decir ”una moneda para leerte la mano” a lo que volví a gritarle ”¡Qué te crees, que por esa cara te voy a permitir que me tocas, lárgate vieja loca, no me toques que me ensucias, lávate primero antes de salir a la calle ”ella ya alterada me repitió por tercera vez ”una moneda para leer tu mano” mientras yo detenía un taxi y subía en el, no sin antes decir a media voz ”vieja loca, léete el culo arrugado antes de dirigirme la palabra”, y cerraba la puerta; no se como hizo, la verdad ya no importa, pero lo recuerdo bien, ese rostro nunca se me va a olvidar, la anciana al lado de mi ventana, pegada a la luna su mirada, tan penetrante, tan fuerte, tan segura….con el tiempo pude descubrir que tipo de mirada era, ya que es la misma que me lanzan los vendedores cuando creen que me voy a robar algo, o la misma que lanzan las sirvientes cuando ven que estoy revisando su basura buscando alimentos…fue una mirada de odio…y con una voz muy fría y seca, voz que en algunas pesadillas se hace presente, ya sea en el cuerpo de policías, monstruos, muertos, o incluso animales tenebrosos, me dijo ”¿Te crees mejor por lo que tienes puesto?¿solo por eso crees que no valgo? si tanto te enorgullece, ¡nunca lo pierdas!”
El carro avanzo y ella no se movió, yo la miraba petrificado mientras solo escuchaba la voz lejana del taxista que decía ”vieja loca”. No dije nada en todo el viaje, llegue a casa tratando de olvidar ese momento…ese rostro… esa voz.
Al llegar a mi casa mi quite la casaca, pensando que es lo que me había querido decir esa vieja…deje la casaca en el suelo, ya que lo único que quería era ponerme la pijama y dormir hasta el medio día como acostumbraba, pero al querer quitarme la chompa sentí algo extraño…como si estuviera pegada a mi piel…en se instante una corriente helada recorrió toda mi columna(como el que siento hoy cuando presiento que alguien viene por atrás para golpearme o robarme algo de comida que me regalan) me quede un momento quieto, me tranquilice volví a tirar de la chompa, un ardor me recorrió toda la piel, era como si tuviera jalando de mi carne…busque una navaja, quise deshilacharla pero sentí como la navaja me cortaba, era un dolor tremendo; desesperado por lo que pasaba no pude dormir toda la noche, cada cinco minutos me jalaba la chompa y era lo mismo, me dolía como un peñizco. Al amanecer fui al cuarto de mis padres a contarle lo que paso, no me hicieron caso diciéndome que les deje dormir, y yo no hice sino lo que sabia hacer: gritar. Les grite que no era un juego ni una broma, mi padre enojado se paro y me empujo de su cuarto, lo detuve diciéndole que teníamos que ir a un hospital, mi madre empezó a asustarse y mi papa me quiso quitar la chompa a la fuerza pero el dolor era insoportable, empecé a gritar mis hermanos se despertaron y me vieron ahí llorando y a mis padres asustados, en el cuarto me sentí raro, pude ver en sus ojos el no entender, y sobre todo el no creerme, me veían como un loco, mi madre se puso a llorar y fuimos a una clínica, los doctores me dieron un calmante, y así quisieron quitarme la chompa, pero reaccione y grite como si me mataran, ¡no es que no quiera que me quitaran la chompa! ¡es que era mi piel la que querían quitarme! al regresar a mi casa nadie me dirigía la palabra, era ya tarde, en mi celular tenia muchas llamadas perdidas y muchos mensajes.
Al día siguiente fui a clases como si nada, y así estuve por 3 o 4 días mas, pude ver que la gente se había dado cuenta que no cambiaba de chompa, es mas no me había bañado, solo lavado la cara, el cabello, y por mas mudas de pantalones no podía hacer que la gente se preguntara que pasaba conmigo, en mi casa las cosas estaban peor, las citas con el psicólogo no ayudaron en nada, y cada vez que quería hacer algo no podía, es que la chompa ya estaba lo suficientemente sucia…a semanas de ese sufrimiento no pude aguantar mas, me quite la ropa, salvo la chompa y me metí a la ducha, me enjabone todo, con la esperanza de que se cayera la chompa o saliera , que quizás eso fuera el antídoto…pero nada, y así semidesnudo enjabonado me puse a llorar, una miserable chompa me estaba volviendo loco, las cosas nunca podrían ser como antes…ya veía que las llamadas perdidas de mi celular disminuían a la par que los mensajes. La gente me miraba raro, supongo que mi “locura” era la notica del momento, mas ahora que el verano comenzaba, el sol salía y yo seguía con mi chompa.
Por eso preferí escapar, salir de ese mundo, no me gustaba que sintieran lastima de mi, peor que no me creyeran, me fui de casa una noche rumbo al centro de la ciudad y me quede ahí, cerca de polvos esperando que regresara la anciana y poder curarme, le pediría perdón, que había entendido el mensaje, que la vida es muy dura para muchas personas, lo sabia, ¡lo vivía! y el tiempo pasaba, la chompa como el resto de ropa se hacia muy vieja, la gente a veces me regalaba ropa, aceptaba solo los pantalones o abrigos, ”¿y esa chompa? ¡ya esta muy vieja!” si tenia ganas le contaba mi historia obteniendo un ”¡Ayaaa!” como se acostumbra decir cuando no crees algo, o no te interesa, pero lo dices por educación. Y a si pasaron los años, y hace mucho perdí la fe de encontrarme con esa gitana.
Con los años se me han olvidado muchas cosas: de mi familia, solo los rostros; de mis amigos, solo anécdotas. Pero e aprendido también muchas otras, como: los que mas tiene son los que mas me temen (lo se por como reaccionan en sus autos cuando me acerco a limpiarles los vidrios), que en el centro somos muchos los indigentes (¿estaremos todos buscando a la misma gitana?), que entré los policías y las pedradas de los delincuentes es mejor caer preso ( al final te sueltan al ver que no tienes un sol), y sobre todo que los perros por mas heridos y hambrientos que estén, apenas ven que los ves con un poco de cariño te mueven la cola (perros callejeros…¿estarán ahí porque el hombres los saca de sus casas, o quizás es Dios que los ingresa a la calle para que así mas gente pueda observarlos y aprender lo que es humildad?…lastima que muchos solo paran en la calle de pasada, y no viven en ella como yo para darse cuenta de eso mas rápidamente).
Y al ver todo lo que he cambiado , todo lo que he aprendido a ver y valorar, me doy cuenta de algo, y eso es lo que me ha traído paz y quizás evitado a caer en la locura que todos creen que estoy, y es que en este mundo en que veo a todos ir y venir sin detenerse en verme o lo que yo estoy viendo, preocupados por si mismo y el que dirán, me pongo a pensar que si no me hubiera encontrado con la gitana aquel día seria uno mas, y me alegro de no serlo, ya que esta chompa es mi piel y lo que soy hoy es lo que queda después de quitarme todo lo banal del mundo. ¿Quién fui? ¿Quién seré? Eso no importa, lo importante es saber quién eres ahora, ya que eso es lo único que trae paz. Y ¿quien soy? me lo recuerdan los niños cuando me gritan … soy alguien que incluso no necesita nombre ya que solo me dicen: el hombre chompa.
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